La especialista en nutrición y alimentos industriales, Érica Smutt, aseguró que «los pasos para la aplicación de la ley de Etiquetado Frontal se fueron cumpliendo, y al menos en su primera etapa ya está por ser reglamentada». «Es indispensable que seamos conscientes de lo que consumimos, ya que hay ingrediente y adheridos que son perjudiciales para la salud. Esta ley ayuda a los ciudadanos a saber qué se consume e incentiva a las empresas alimenticias a producir alimentos más saludables, si bien aún falta que se reglamente la parte de los entornos escolares y la de publicidad para niños».

En la columna semanal de acceso a la salud, Mónica Melmann en Lugares Comunes, en el día Internacional de Salud que declaró la OMS en 1948, entrevistó a la especialista en nutrición Érica Smutt, integrante de la cátedra de Alimentación Soberana de la UBA y del Frente por la Niñez y Adolescencia y trabajadora del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), sobre la reglamentación de la ley 27.642.

Érica Smutt contó que “ley 27.642 de Alimentación Saludable va cumpliendo los tiempos parlamentarios para su aplicación. Es una ley muy promisoria que si bien costó que se aprobara, se está procedimentando y las industrias deberán acatar esta ley para beneficio del consumidor”. Y agregó que “se trata de una ley muy trabajada y militada en los distintos frentes para concientizar a las familias, es necesario que se aplique y se sostenga en el tiempo. La alimentación es un derecho humano. Tenemos que ser ciudadanos conscientes y estar informados» 

A su vez, Smutt destacó que “es una ley integral que compete a muchos espacios, no sólo a los logos que advierten sobre los componentes, sino también sobre la publicidad y los entornos escolares”. “Hoy sabemos que el 70% de los niños, niñas y adolescentes consumen este tipo de alimentos ultraprocesados, que les dan en los comedores escolares, en quioscos dentro o cercanos a la escuela. Reglamentar esos aspectos va a ser uno de los grandes desafíos, el Ministerio de Salud es el ente de aplicación, mientras que la ANMAT, que recientemente sacó una calculadora para saber si se exceden en los nutrientes críticos, será el ente de control” aseguró la especialista. Si bien hay chicos obesos y mal alimentados en todas las capas sociales, en las comunidades más vulnerables, al tener menos herramientas, se consumen más alimentos poco saludables. Al respecto recalcó Érica Smutt que ”este tipo de ley pretende que en todos los entornos sociales haya una opción saludable para elegir. Es importante que en los núcleos de aprendizaje haya una coherencia entre lo que se enseña y lo que se vende en la escuela. En las góndolas estos productos están al alcance de los niños para tentarlos, y los niños intervienen fuertemente en la elección de lo que se compra, por eso es necesario controlar las publicidades hacia chicos para que no sean cautivos”. 

Y alertó que “la ley establece que las empresas alimenticias de ultraprocesados tienen nueve meses para incorporar unos sellos de forma octogonal en sus envases y los octógonos deben ocupar el 5 % del envase, lo que indica si tiene alto contenido de sodio, grasas, azúcares y/o calorías y debe identificar si contiene edulcorantes y cafeína. Mientras que las Pymes tendrán hasta doce meses para adaptar su producto para que tengan la menor cantidad de sellos o incluir los logos en sus envases”.  

Por último, sostuvo Érica Smutt que “vamos a dar capacitaciones para que se exija este derecho. No puede ser que las madres crean que los copos de cereales son saludables, hay toda una construcción publicitaria y cultural alrededor de este tema. Cuando un producto tenga el sello de exceso en algún ingrediente de los mencionados o adheridos, contrarios a la salud, voy a tener la opción de seguir llevando el producto pero sabiendo lo que estoy comprando”.

 

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