La economista integrante del Centro de Economía Política (CEPA) Florencia Gutiérrez, luego de que ayer Cristina le respondiera al ex director del FMI para el Hemisferio Occidental Alejandro Werner, quien consideró “descabellado” la propuesta de la vicepresidenta de condicionar el pago de la deuda al comportamiento macroeconómico,  aseguró: “Los gobiernos de Nestor y de Cristina han pagado siempre sus deudas y las han pagado con crecimiento propio del país, por eso, más que nunca podemos decir que la idea de Cristina es más aplicable que nunca”. A su vez, sostuvo que lo más interesante que dejó esta discusión es que la vicepresidenta puso nuevamente en el centro la cuestión política del FMI: “Ahora dicen lo que es descabellado y lo que no y se olvidan que le otorgaron 45 mil millones de dólares a un gobierno, ni siquiera a un país”. 

La economista opinó que el programa firmado por el entonces ministro de Economía Martin Guzmán quedó “desdibujado”, teniendo en cuenta la situación macroeconómica actual, el impacto de la guerra y la sequía. “La discusión tiene que ser modificar el programa tal y cómo está, porque es inflacionario y las metas no se van a poder cumplir”, afirmó Gutiérrez. En este sentido, también consideró que es posible pagar la deuda: “ Si se puede rediscutir este programa en base a condiciones que le permitan a Argentina crecer y tener un superávit comercial fuerte, con todas las potencialidades que tenemos para sumar a sus exportaciones, es factible”, pero aclaró: “Siempre y cuando las condiciones no nos opriman y no nos asfixien, que es lo que intenta hacer siempre el FMI”. 

Gutiérrez explicó que lo que propuso Cristina tiene mucha lógica: “Es pagarle al FMI con dólares genuinos y los únicos que tenemos son a través del comercio, o sea a través del superávit comercial”. Y afirmó que el argumento del Fondo es que estás atando los pagos a una variable macroeconómica y eso no pasa nunca. “Creo que la respuesta de Cristina fue contundente: hay que esperar un Néstor Kirchner para que le pague al FMI y se lo saque de encima”, opinó la economista.

Sobre la inflación a futuro afirmó: “Evaluamos que la inflación de abril va a estar un poquito más abajo que la de marzo pero siempre con un piso del 7% y esto se debe, en parte, a que moderó bastante el precio de la carne y por variables estacionales”. La integrante del CEPA explicó que el principal problema es la especulación con la brecha: “El haber tenido una corrida muy fuerte en abril generó una remarcación muy fuerte en los precios”. Además, sostuvo que teniendo en cuenta la situación actual y la proximidad de las elecciones, y la incertidumbre que eso genera, la inflación no va a bajar del 7% en los próximos tres meses. “A medida que te acercas más a la fecha electoral y escuchas las propuestas de dolarización y devaluación que te están haciendo desde enfrente, es difícil pensar que hacia adelante se va a calmar la situación cambiaria”, finalizó.

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