La interventora de la AFI, Cristina Caamaño afirmó que durante los cuatro años de macrismo existió “una gran promiscuidad entre los servicios de inteligencia, los medios de comunicación y los jueces”.
A poco de conocerse la prórroga por otros 6 meses de la intervención de la AFI a cargo de Cristina Caamaño, la abogada integrante de Justicia Legítima hizo un balance de este año y medio de intervención. Aseguró que en este tiempo en la Agencia Federal de Inteligencia “se dejó de lado el espionaje ilegal» y el organismo está abocado a la inteligencia estratégica.
En comunicación con Javier Corcuera y Elizabet Vega Gron, Caamaño aseguró estar orgullosa del equipo que la acompaña y remarcó que el enfoque está puesto en la transparencia y en ese sentido a «salir del sótano de la democracia”. Además detalló que una de las formas es mostrar el presupuesto y también “tratar de reducir los gastos reservados al mínimo”.
Camaño puntualizó que durante el macrismo “el 99 por ciento de los gastos eran reservados” por el Decreto 656/2016, que fue derogado y a partir de eso “los gastos reservados son solamente un 10 por ciento”.
Por otro lado, destacó que antes de que Alberto Fernández tomara la decisión de prohibir la colaboración de la AFI con el poder judicial, el organismo participó activamente en el “lawfare” y mantuvo “una gran promiscuidad entre los servicios de inteligencia, los medios de comunicación y los jueces”.
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