Para Carlos Rozanski, la denuncia que presentó un abogado de genocidas busca “consolidar el proceso que están haciendo de disciplinamiento”. El ex magistrado sostuvo que la renuncia de Alejandra Gils Carbó es “producto de las brutales presiones mafiosas que viene sufriendo la Procuradora”.
Después de haber sido denunciado por Juan José Losinno, abogado de Claudio Grande, condenado por delitos de lesa humanidad en la causa La Cacha, por supuesta “parcialidad” y “simpatía” con los querellantes, el ex juez federal del Tribunal Oral Federal 1 de La Plata, Carlos Rozanski, sostuvo que “se busca disciplinar al Poder Judicial, cosa que se hace provocando la renuncia de uno, dos, tres jueces, para que los demás vean cuando sacan los pies del plato. Una parte del Poder Judicial siempre recibe esos mensajes. Los acepta”.
Rosanski señaló que la denuncia se basa en una foto que se publicó hace unos días, donde estaba acompañado por Alejandra Gils Carbó y Estela de Carlotto por los 40 años de abuelas: “Se imaginarán que está muy lejos de una denuncia penal. Si bien él sabe que esto no puede progresar, tiene que ver con generar o acompañar el clima que se está viviendo. Es decir, va en consonancia con Elisa Carrió, poniendo en duda que hayan sido condenadas bien las personas que fueron condenadas por delitos de lesa humanidad y el resto del negacionismo que está imperando en la Argentina de parte del Poder Ejecutivo”.
Según el exjuez, “cuando gente como esta hace este tipo de denuncias, no le interesa si es correcto o verdad lo que está haciendo, si tiene entidad jurídica: lo que interesa es el impacto que puede a llegar a ocasionar con el clima que se genera desde el propio Estado”.
Rosanski consideró que con esto se busca “consolidar el proceso que están haciendo de disciplinamiento. Este tipo de modelo económico requirió en la época de la dictadura secuestro, desaparición, tortura y muerte. El proyecto económico es el mismo. La diferencia es que, en este caso, llegan al gobierno por el voto de la gente. Esa es la diferencia fundamental. En lo ideológico piensan exactamente igual; se asesoran de la misma manera; hay funcionarios que están vinculados, incluso familiarmente, con funcionarios de esa época. El ministro de Justicia (Germán Garavano) sigue los lineamientos y se reúne con el famoso Colegio Público de Abogados de la calle Montevideo, que está integrado por la misma gente que no sólo defienden genocidas, sino que además defiende todo el proceso de genocidio que hay en la Argentina”.
El ex juez federal aseguró que vivimos “un clima de época”, vinculado con “el diario de La Nación, que ya hace rato venía pidiendo benevolencia, cuando en realidad lo que está pidiendo es impunidad”. Para Rozanski, esto “tiene que ver con la similitud de intereses que tiene un diario como La Nación con Clarín y con todos los intereses económicos que hay en juego. De eso se trata: no de una cuestión humanitaria”.
Carlos Rosanski destacó las consecuencias institucionales que tiene la renuncia de la procuradora general de la Nación, Alejandra Gils Carbó: “La renuncia de Gils Carbó tiene un impacto social fuertísimo. Yo no sé si se alcanza a entender la gravedad de esta renuncia, producto de las brutales presiones mafiosas que viene sufriendo la Procuradora”, aseguró.
Para precisar su importancia, el ex magistrado señaló que “la Corte Suprema no puede dictar un fallo, si primero no escucha al procurador o la procuradora general de la Nación. Para irnos históricamente, el 6 de septiembre de 1930 derrocan a Yrigoyen. Cuatro días después, la Corte Suprema de Justicia convalida el golpe de Estado, pero con la anuencia y escuchando como corresponde al procurador, que convalida el golpe y se llamaba Horacio Rodríguez Larreta”.
Pasó en Caput. #SiberiaEnCaput (lun a vie 12hs)