La lidereza de la organización social Tupac Amaru, Milagro Sala, cumple prisión domiciliaria en su casa de Jujuy, en medio de un fuerte hostigamiento por parte del gobierno de Gerardo Morales que incluye una nueva condena en la llamada «causa de los huevazos», otra imputación por la supuesta instigación a cometer delitos a vecinos del barrio Campo Verde y el impedimento de votar en las últimas elecciones legislativas.

Mientras tanto, en Plaza de Mayo se instalaron 2000 carpas para exigir la libertad de Milagro. Organizaciones sociales y políticas estarán hasta el viernes en el acampe, y este jueves será la “Jornada liberación” con una conferencia de prensa y dos paneles de debate, la presentación del libro “Tocar fondo” y la lectura de cartas, poesías y canciones para Milagro Sala. Mañana, último día del acampe, será la “Jornada independencia” y habrá una misa interreligiosa a cargo de los Curas por la Opción de los Pobres.

Emilio Fritzsman, integrante de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, señaló que 550 de los 2000 días que Milagro lleva presa arbitrariamente transcurrieron durante el gobierno del Frente de Todos. También destacó que además hay otros 9 compañeras y compañeros de la Tupac Amaru que están detenidos «con fines destructivos».

En comunicación con Ernesto Giacomini, Fritzsman aseguró que la detención de Milagro Sala apenas llegó Cambiemos al poder «estaba cantada» porque «era una piedra en el camino del proyecto de la derecha en Jujuy empezando por la familia Blaquier y luego sus serviles: el gobernador Morales».

Fritzsman aseguró que el poder real en Jujuy tiene un proyecto de dominación «que no tiene nada que ver con la participación popular» y en ese contexto «organizaciones fuertes como la que levantó Milagro» era un ataque directo a la manera que tienen de concebir la administración pública.

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