El analista Manuel Antonio Garretón analizó el proceso constitucional chileno, en medio de los ataques de la derecha al gobierno de Gabriel Boric: «Hay una correlación entre la aprobación del gobierno y de la Convención Constitucional, que ya tiene el texto de la nueva Constitución» que «consagra un Estado social plurinacional, de derechos democráticos, paritario, ecológico y un sistema político que reduce las trabas antidemocráticas del pasado».

Florencia Tursi Colombo, Ariadna Dacil Lanza y Federico Montero, integrantes del equipo de Miradas Al Sur Global, entrevistaron al politólogo y sociólogo Manuel Antonio Garretón sobre desenvolvimiento el gobierno de Gabriel Boric en el sistema político chileno, mientras se discute la nueva Constitución «aprobada en 2019 en un plebiscito popular con un 80% a favor, con conformación bien heterogénea. Es una convención que representa al país socialmente, incluso generacionalmente», manifestó.

Garetón sostuvo que «la Constitución se hace cargo de lo que podemos llamar los elementos fundamentales de la crisis del 2019, y de deudas ancestrales con los pueblos originarios, sus territorios, de las desigualdades, de las inequidades de género y eso tiene un correlato en el gobierno».  Y agregó que «la propuesta de la Constitución es afín al gobierno, lo que hará que encuentre los acuerdos para que los principios de transformación del papel del Estado. Si las fuerzas del statu quo ganaran, el país entraría en una crisis difícil de remontar».

El analista Garretón subrayó que el de Boric «es el primer gobierno de izquierda desde Salvador Allende, sin mayoría en el Congreso, con una coalición nueva que debe aprender y ampliarse hacia lo que era la Concertación», y agregó que «la derecha generó una visión opuesta a la del estallido de 2019 que buscaba superar la herencia de desigualdad de la dictadura. Ahora vamos a tener un enfrentamiento real entre el Statu Quo y la transformación. En la Convención se consagra la representación del Estado social plurinacional, de derechos democráticos, paritario, ecológico y un sistema político que reduce las trabas antidemocráticas del pasado», afirmó.

«A la Convención Constituyente se llegó tras el estallido social de 2019, se requirió de un acuerdo de la clase política que condensara una discusión institucional tal, que supere el modelo económico de la dictadura de Pinochet, con el desafío de hacerlo verdaderamente democrático», recordó Garretón. Y subrayó que «el plebiscito fue votado a favor por un 80% de la población. La Convención representa más al país que los resultados que arrojaron las elecciones parlamentarias que reprodujeron la lógica del partidos políticos, por lo tanto, tiene gente sin experiencia que no se conoce entre sí y tuvo en un comienzo algunos problemas de coordinación”, sostuvo Garretón. «Chile el 4 de septiembre se va a ver enfrentado a lo mismo del plebiscito de 1988, Pinochet sacó 44,1% y el No 55,9%. En la última elección, Kast sacó lo mismo, 44,1% y Boric 55,9%, exactamente el mismo resultado. En un país dividido, en que los partidos tradicionales perdieron protagonismo». expresó el sociólogo.

Y amplió Manuel Antonio Garretón «hay que entender que se inicia un proceso de largo alcance para generar un nuevo tipo de democracia. Hay una correlación entre el gobierno el de Boric y la aprobación a la Convención, se está en el periodo más importante, ya hay un texto constitucional que abre un horizonte de esperanza y al gobierno le tomó un tiempo instalarse en el poder: eso trajo un momento de disminución de la aprobación».  Si embargó remarcó que el gobierno «aumentó el salario mínimo, las ayudas familiares, la jornada laboral de 40 horas. Mi impresión es que la curva descendente en la encuestas se ha detenido, eso me hace pensar que de aquí en adelante se abre un horizonte de cierto optimismo«, afirmó. 

Pasó en Caput. Miradas al Sur Global.