El coordinador del observatorio social de la CTA, Luis Campos, expresó: «Si uno analiza los 4 años del gobierno de Cambiemos, no son los 4 años iguales, las caídas fundamentalmente se concentran en 2016 y 2018, en el 2017 no fue un año de caída salarial«. Y añadió que «a diferencia del 89 y el 2001 sí estamos frente a una consecuencia buscada«.

Hablemos de estos números que tienen sobre cómo han impactado las políticas en los salarios en general.

«Efectivamente lo que hicimos ayer fue un trabajo de sistematizar la evolución de los salarios de convenio en los últimos 4 años. No porque no supiéramos ya que el salario social venía cayendo. Pero lo interesante en este caso es que ya empieza a haber información que permite analizar el gobierno o la gestión de Cambiemos como un todo porque lo que hicimos fue tomar los salarios del tercer trimestre de este año«, afirmó Campos.

«Compararlo con los salarios de convenio del tercer trimestre del 2015 y a eso descontarle la inflación. Eso ya veníamos viéndolo en promedio, que en estos 4 años la caída salarial ronda entre el 15 y el 20 por ciento. Queríamos ponerle números concretos y además hacer un análisis sectorial, es decir, mirar los distintos sectores de la actividad económica para ver cómo había sido ese impacto diferencial».

«Tomamos un conjunto de actividades que son bien representativas en términos de cantidad de trabajadores comprendidos. Estamos hablando de caídas de los salarios de convenio que en algunas actividades están muy por encima de ese promedio, superan largamente el 30 por ciento«.

«En la primer muestra que tomamos las dos actividades más afectadas por el peso de la inflación y la insuficiencia había sido la actividad de prensa, con una caída en torno del 32 por ciento en términos reales, seguida por la administración pública nacional, que también cayó por encima del 30 por ciento».

Esta caída en el poder adquisitivo, ¿qué lugar tiene en la historia?

«Si uno mira cuando se dieron caídas de esta magnitud en el salario real, inevitablemente tiene que ir a la híperinflación del año 89 y la crisis del régimen de convertibilidad del 2001-2002 y posiblemente en el caso del 89 estemos frente a una caída superior a la actual. En el caso del 2002 fue una caída que en términos porcentuales va a estar en niveles similares, pero mucho más rápido», explicó el analista.

«Pero me parece que el proceso actual tiene un carácter cualitativo distinto, porque tanto en el 1989 como en el 2001-2002 hablamos de estallidos de regímenes macro económicos que ya no se sostenían más en el tiempo, es decir fueron consecuencias no deseadas«.

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