El embajador argentino ante la OEA, Carlos Raimundi, reflexionó sobre los acontecimientos políticos en Brasil, en la región y la Argentina, que se caracterizan por sociedades latinoamericanas que eligen opciones de gobiernos post neoliberales, como el de Lula; gobiernos que deberán mejorar las condiciones de vida de la población para no caer en lo que Cristina Fernández de Kirchner llamó el «desencanto democrático» que alimenta a la derecha y ultraderecha. A su vez, planteó que «el Brasil de Lula va a irradiar» y va a permitir fortalecer un polo de poder soberano sudamericano y detalló que «Cristina no es la misma hoy que hace 10 años. Tiene una capacidad de convocar. Está por encima de la grieta, desde el poder quieren meterla en la grieta pero yo creo que está por encima, como el Perón de los 70, que no era el mismo. Desde allí creo que podría hacer una gran convocatoria». 

En el programa Querese Libre que se emite los viernes a las 11 de la mañana, con la conducción de Lía Méndez y Fortunato Morrone dialogaron con Carlos Raimundi, Embajador de la República Argentina ante la OEA (Organización de Estados Americanos) desde mayo de 2020, quien habló de la situación de Brasil luego del triunfo de Lula, sobre la situación latinoamericana y, en ese contexto la situación de Argentina, con la necesidad de desarrollar una acción política que mejore las condiciones de vida, combata los aumentos de precios, y de ese modo enfrente el avance de la ultra derecha.

Sobre el rol de una dirigente como Cristina Fernández de Kirchner ante este contexto, resaltó que «cuando Cristina manda un twit se conmociona el país, cuando se defiende de un fiscal se moviliza un país» y añadió que «no sé si hay margen para una candidatura pero no se puede dudar de ese liderazgo. Cristina no es la misma hoy que hace 10 años. Tiene una capacidad de convocar que está por encima de la grieta, desde el poder quieren meterla en la grieta pero yo creo que está por encima, como el Perón de los 70, que no era el mismo. Desde allí creo que podría hacer una gran convocatoria». 

Carlos Raimundi en un comienzo analizó la elección de Lula vista históricamente, «se trata de un dirigente sindical, luchador y dirigente político» y destacó que «otro resultado hubiera favorecido la violencia, Bolsomaro generó una población estimulada a estar armada y a atentar contra el prójimo, eso ha quedado en retroceso por el triunfo de Lula». «Bolsonaro exalta valores que violentan a la población, militariza los valores que siempre existieron pero nunca tan masivamente como en estos últimos tiempos, tanto en Brasil como en Europa». De modo que «los líderes deben recurrir a alianzas con sectores moderados, a veces muy distintos, Gerardo Alckmin sin ir más lejos participó del golpe a Dilma Rousseff», recordó.  

«La segunda cosa es que Lula viene de estar detenido y ser perseguido, lo sobreyeron en sus múltiples causas pero aún conservaba un rechazo superior a si esa persecución no hubiera existido», señaló Raimundi.

 

Sobre los efectos de la persecución, consideró Raimundi que «Lula creció en sus votos pero Bolsonaro creció más respecto de la elección general. Los votos de Ciro Gómez mayoritariamente no fueron a Lula, vemos que los votos no se transfieren. Demuestra que el anti Lula caló hondo en la sociedad brasileña, influida por ese escarnio público al que fue sometido Lula, que nos es familiar, porque sucede con Cristina, Rafael Correa, Pedro Castillo. El lawfare genera sus efectos que se ven aún con el triunfo».

Subrayó Raimundi sobre el gobierno de Jair Bolsonaro que «logró unir factores de poder, medios, fuerzas armadas, sistema judicial y económico y la iglesia evangélica, que estaba unido con expectativa en la presidencia de Bolsonaro, era lo que le daba poder y capacidad de maniobra. Eso se fue desarmando por su falta de capacidad política. Y agregó que «Bolsonaro dio cargos a militares en su gobierno pero eso no implicó más simpatía de la sociedad a las fuerzas armadas, Lula les dio más inserción social a las fuerzas armadas, nunca fueron tan respetadas y legitimadas por las tareas que les dio Lula. Bolsonaro, en cambio, sólo les dio cargos».

Con relación a las ventajas de Brasil en lo estructural Raimundi señaló que «gracias al agronegocio y la primarizacion de su economía tiene 400.000 mil millones de dólares en el Banco Central y es miembro de los BRICS que a nivel geopolítico es un marco muy importante».

Raimundi añadió que «Brasil por su tamaño y ubicación irradia, limita con casi todos lo países, gran costa, está en una situación geopolítica que contagia. Si Lula tiene éxito se va a ver en la región. La región no debe alinearse ni con el eje asiático que nos inunda de bienes de consumo y mucho menos con el eje noratlántico que nos llevaron al desastre de la concentración de la riqueza, climático y casi al desastre nuclear. Las viejas instituciones que nos llevaron a esta situación no nos van a dar las soluciones». «Debemos ser un nuevo polo de poder autónomo», por eso la sociedad se debe movilizar, dar una batalla cada día. «Tenemos que estar atentos a la riqueza que produce el litio», advirtió por último Raimundi 

Sobre la actualidad de la región explicó que «hay un eje progresista en muchos países, la gente harta del neoliberalismo elige otras opciones pero si no le demuestran que su vida cambia, hay lo que Cristina llamó un desencanto democrático, gente que está harta de lo primero pero insatisfecha con lo segundo, eso cae o en opciones insurgentes-revolucionarias como en los 70 o hacia la ultra derecha» que es peligro de hoy, por eso «hay que hacer que la gente vea que su vida cambia, cumplir esa promesa» resaltó Raimundi..

Sobre los abusos en las remarcaciones de los empresarios y los recaudos ciudadanos para controlar los precios resaltó Raimundi que «tenemos que mostrar a la ciudadanía la estructura de costos de los precios, los nombres de las empresas y que se pueda ver quién se queda con gran parte de los bolsillos e los consumidores. Por ejemplo en los entretiempos de los partidos de fútbol podríamos mostrar las campañas para cuidar los precios. Se necesitan decisiones y políticas de estado que se sostengan».

 

Pasó en Caput. Quererse Libre.