El fiscal federal Federico Delgado conversó con Fernando Alonso sobre la Reforma Judicial presentada por el presidente Alberto Fernández y analizó en detalle qué es lo que se va a discutir a partir de ahora. «Tenemos que tener una Justicia autónoma, seria, creíble y rápida», afirmó. «Vamos a empezar a discutir una parte del sistema nervioso de nuestra vida institucional».

El fiscal Federico Delgado se refirió a la Reforma Judicial que presentó Alberto Fernández y afirmó que «vamos a empezar a discutir una parte del sistema nervioso de nuestra vida institucional, que está muy deteriorada, que hace muchísimo tiempo viene en una pendiente, cada vez peor. Tenemos que tener una Justicia autónoma, seria, creíble y rápida», señaló. «Se supone que son las instituciones que dirimen qué está prohibido y qué está permitido, y sin tener eso claro es muy difícil vivir en sociedad. Es un primer paso en el Congreso, y es muy saludable que sea así», destacó.

«Uno empieza a ver en los medios de comunicación discusiones banales, sobre un supuesto ‘plan de impunidad’, otros dicen ‘reforma radical’», criticó. «Acá hay que hacer docencia y explicarle a la gente que vamos a recorrer un largo camino para ver cómo hacemos para tener una Justicia autónoma, proba y rápida, que se acerque a los ciudadanos, y no que los expulse del sistema judicial. Espero con ansiedad ver cómo se desenvuelve el Congreso y deseo que los representantes del pueblo sean leales con la Constitución y no pierdan el horizonte normativo de lo que están discutiendo».

Delgado consideró que «el primer paso es discutir con mucha responsabilidad y seriedad la arquitectura del sistema judicial, la relación de las personas con el sistema judicial y con el Estado, porque los fueros que se van a tocar son los que trabajan con problemas que se desarrollan entre personas físicas, empresas y el Estado».

«Este sistema judicial, que es tan malo para las grandes mayorías, es muy remunerativo para una pequeña minoría, pero no por un plan macabro de la historia ni por una teleología del mal que es subterránea, sino porque es el anillo que sella una forma de ejercicio del poder político que es muy remunerativo para muy pocas personas», aseguró.

«Hay resistencias que son genuinas, porque lo que estamos discutiendo es poder, eso hay que tenerlo claro. Cuando un gobierno toma la iniciativa de discutir cómo se distribuye el poder, es obvio que va a haber resistencia».

A su vez, el fiscal sostuvo que «acá hay una función docente de quienes tienen responsabilidades políticas que va a ser muy importante, y también de los que tienen la obligación de comunicar, que supone mucha libertad, pero también respetar el derecho de la ciudadanía mediática: los ciudadanos tienen derecho a recibir información veraz. Hay una función docente que tiene que cumplir la dirigencia política en ver cómo le llega este mensaje al hombre de a pie, que tiene otro tipo de preocupaciones y que hay que de alguna manera explicarle que esta reforma parece abstracta, pero que va a incidir en su vida diaria», resaltó.

«Hay que explicarle a la sociedad que tiene la posibilidad de revocar las autorizaciones o la confianza que depositó en algunos representantes que están utilizando instituciones públicas con fines particulares, están capturando el poder político que siempre deriva del pueblo para fines particulares».

En relación a las posibles modificaciones de la estructura de los tribunales de Comodoro Py, sostuvo que “si el objetivo es licuar el poder de los 12 jueces federales, el proyecto lo cumple, porque multiplica el poder. Lo que no creo es que los problemas de la Justicia se solucionen solamente disolviendo Comodoro Py, porque todos nosotros tenemos amigos que los echaron del laburo y hace 5 años que no pueden cobrar una indemnización, otros que hace 5 años que les chocaron el auto y no saben cuándo el seguro les va a pagar y están en un juicio que puede durar otros 10, amigos que la empresa quebró y nunca les pagaron un mango».

«Los problemas que tiene Comodoro Py tienen otra intensidad, son más visibles, quizás están más agudizados, pero guarda que los problemas que tiene la cultura jurídica engloban a todo el aparato judicial. Si el objetivo era disolver Comodoro Py, este proyecto lo va a hacer, pero ojo: no va a solucionar por arte de magia los problemas de Comodoro Py. Quizás los multiplique, quizás los distribuya, pero van a seguir existiendo», remarcó.

En cuanto a los juicios por jurado y la participación ciudadana, manifestó que “hay experiencias magníficas en la Argentina, y suelen ser bastante más blandos que los jueces técnicos, que por ahí sí perciben de otro modo el sentido social que circula a través de los medios de comunicación. Ojalá se pueda hacer, es una escuela de ciudadanía, es una fuente de cultura cívica, de tolerancia, y además está en la Constitución”, concluyó.

 

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