El escritor e investigador conversó sobre su libro «La Pregunta por lo acontecido» que problematiza el pensamiento político actual. Afirmó que «es un libro que trabaja sobre la historia reciente» y sostuvo que «el supuesto de que las dictaduras quedaron circunscritas a ciertos hechos y que han sido superadas nos hizo mucho daño».

El escritor sostuvo que la recuperación por la escritura no tiene un fin que se pueda representar sino que abre distintas posibilidades. Y agregó que «el mundo actual es un mundo técnico dónde siempre hay correlación entre actos y palabras».

En diálogo con Elizabet Vega Gron, el investigador afirmó que «es un libro que trabaja sobre la historia reciente, no es metafísica». Y explicó que «hoy hay una crisis sobre el producto mediático y cultural de divulgación siempre ligado con los grandes nombres y obras».

Aunque opinó que hay una tradición crítica que sale de esos esquemas y rompe las fronteras. Y detalló que «se vincula con las dimensiones políticas, con la experiencia, más convivenciales».

Por otro lado, el escritor habló sobre las discusiones actuales relacionadas con la última dictadura cívico militar y afirmó que «el problema del negacionismo se instaló muy fuertemente». Y amplió que «el supuesto de que las dictaduras quedaron circunscritas a ciertos hechos y que han sido superadas nos hizo mucho daño».

Por último, concluyó que «muchos de los autores de esas acciones permanecen» y son las corporaciones, los poderes fácticos.

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