La Titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, María Rachid, conversó con Andrés Scharager, Verónica Ocvirk y Federico Dalponte en el programa Vos Sabés que Sí, tras cumplirse 10 años de la sanción de la Ley de Matrimonio Igualitario. Afirmó que «constituyó un puntapié inicial para un montón de legislación y política pública que vino inmediatamente después» y «construyó un piso de igualdad jurídica, que es una herramienta fundamental para trabajar por la igualdad real».

La Titular del Instituto contra la Discriminación de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires, María Rachid sostuvo que «si bien hubo retrocesos en el medio, en todos estos años se ha avanzado mucho, y la Ley de Matrimonio Igualitario constituyó un puntapié inicial para un montón de legislación y política pública que vino inmediatamente después. Construyó un piso de igualdad jurídica, que es una herramienta fundamental para trabajar por la igualdad real. Salió la Ley de Matrimonio Igualitario y después la Ley de Identidad de Género, que son las dos que más se conocen, quizás», indicó.

A su vez, señaló otros avances legales: «La Ley de Salud Mental incluye un artículo que prohíbe las terapias de conversión, que se hacen en muchos lugares del mundo para ‘curar’ la homosexualidad, y que acá están prohibidas. La Ley de Reproducción Humana Asistida incluye el derecho a las técnicas para las parejas del mismo sexo y para todas las familias».

«La Ley de Femicidio, que se conoce por los femicidios, pero que en realidad también tiene artículos que agravan las penas en los casos de crímenes de odio hacia la diversidad sexual, y así, un montón de legislación que salió después del de Matrimonio Igualitario, que tuvo en cuenta la diversidad al momento de legislar», detalló.

Por otro lado, se refirió a los avances en política pública: «se constituyeron Direcciones, Coordinaciones, áreas, programas de diversidad en todos los ministerios nacionales, en muchos municipios, en algunos gobiernos provinciales. Y eso fue producto de este mensaje de igualdad del Estado».

«Nosotros siempre decíamos: queremos los mismos derechos, con los mismos nombres. Y esto es porque los mismos nombres nos dan acceso, además de a los derechos, al mensaje de igualdad del Estado. Que el Estado diga ‘son iguales ante la ley, tienen los mismos derechos, con los mismos nombres’ genera una transformación cultural y política que dio lugar a todos estos avances», remarcó.

En cuanto a los retrocesos, afirmó que «lamentablemente, a partir del gobierno de Macri, no solamente desde que asumió como presidente, sino desde que ganó las elecciones, la violencia institucional hacia nuestra comunidad, y especialmente hacia la comunidad trans aumentó de una manera impresionante. Generó un mensaje para algunos sectores de las fuerzas de seguridad muy fuerte, que implicó una violencia diría que hasta revanchista respecto de los años anteriores».

«Además hubo retrocesos en relación a que cuando se garantizan derechos que entran en colisión con sectores poderosos, por ejemplo los que tienen que ver con la salud, si el Estado no está para garantizar que las prepagas cumplan con las prestaciones, las prepagas no cumplen. Y con un Estado ausente no hay a quién recurrir», advirtió.

Rachid señaló que «la Ley de Identidad de Género, Ley de Reproducción Humana Asistida y un montón de leyes tuvieron problemas en su efectivo cumplimiento producto del Estado ausente. Y después, los organismos que tienen que estar presentes a la hora de defender nuestros derechos: el INADI, el Consejo Nacional de las Mujeres, que después fue instituto, si no tienen presupuesto para estar y actuar en todas las provincias de manera inmediata, hay derechos que tienen que ver con la igualdad, con la no discriminación y la no violencia en la vida cotidiana que tampoco se defienden. Por lo tanto fueron años de mucho retroceso en ese sentido», insistió.

«Ahora nos preparábamos para volver a vivir esos años de tantos avances, en los que muchos activistas sentíamos que no nos daba el cuerpo, el tiempo y las manos para hacer todo lo que se podía hacer, y para avanzar todo lo que se puede avanzar, y nos agarró esta pandemia. Que pone en evidencia todo lo que falta y nos hace estar abocados a atender las urgencias, que tienen que ver con la realidad principalmente de la población trans y de un sector de la comunidad LGBT+, que se sostiene con la economía popular y que hoy requiere de la asistencia en la alimentación, en el acceso a la medicación, al abrigo, la defensa de su vivienda, porque muchas veces quieren desalojarlas», puntualizó.

“Estamos trabajando en estas cosas y esperamos muy pronto retomar otras iniciativas que harían de esta situación otra distinta: una ley integral trans, una nueva ley antidiscriminatoria, que quedaron pendientes y serían un gran aporte a la igualdad en lo que falta”, concluyó

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