El dirigente de la Corriente Federal de los Trabajadores, Héctor Amichetti, analizó la coyuntura económica y política nacional de cara al período de la pospandemia. Sostuvo que «el desafío ahora es la reactivación de la economía en general, porque aquellos sectores derrotados electoralmente están con una estrategia muy clara de aprovechar la situación para favorecer sus intereses: pidiendo rebaja de impuestos, que se repliegue el Estado luego de la emergencia y ayudas con las exportaciones».

«Creo que estamos en un momento bastante decisorio de la historia. Primero se recuperó un gobierno, que es un paso importante. Las primeras medidas fueron positivas, y luego vino la pandemia, que afecta enormemente. Me parece que el desafío ahora es la reactivación de la economía en general, porque aquellos sectores derrotados electoralmente están con una estrategia muy clara de aprovechar la situación para favorecer sus intereses», afirmó el secretario general de la Federación Gráfica Bonaerense, Héctor Amichetti, en diálogo con Marcelo Duhalde.

En relación al accionar del poder económico, sostuvo que «lo vemos actuar todos los días, en la declaración de la Asociación Empresaria Argentina, que indica una posición pidiendo rebaja de impuestos, que se repliegue el Estado luego de la emergencia, ayudas con las exportaciones. Esto demuestra que ese poder actúa todos los días y está intacto. Es una articulación. Fue muy importante durante estos años el poder económico con sus voceros de los grandes medios de comunicación y la acción del Poder Judicial en función de eso», remarcó.

Amichetti se refirió además al caso de la cerealera Vicentin, de la que señaló que «hay una preocupación sobre las fuentes de trabajo. Por sobre eso estaba la necesidad de que el Estado, habiendo sido estafado, tiene todo el derecho del mundo a tomar control de la empresa. Tal vez hubo una evaluación incorrecta de cómo encarar la cosa».

«La idea de que mandar directamente un proyecto de expropiación no era acompañado por el pueblo es un error. Los trabajadores nos han dicho que hubiera sido interesante lanzarlo acompañado por los propios trabajadores y los acreedores de la empresa», aseguró. «Los que se expresaron en contra de la expropiación no reflejan para nada el interés de un amplio espectro de la sociedad. Un sector generador de divisas es tremendo que especule, incida en el sistema bancario, perjudicando al conjunto del pueblo».

Por otra parte, acerca del funcionamiento del movimiento obrero, el dirigente consideró que «hubo un planteo muy claro desde el gobierno de la necesidad de unidad entre el movimiento obrero, y nosotros coincidimos. Pero tenemos trabas difíciles de resolver. Primero, que en la CGT no existe un funcionamiento democrático. Fue elegida una conducción por un Congreso, no hay convocatoria al plenario de secretarios generales», puntualizó.

«Nosotros hace una semana elevamos una nota pidiendo como corriente la convocatoria a un plenario de secretarios de todos los gremios. Además hacemos reuniones de delegaciones regionales del interior. Tuvimos reuniones con más de 40, y allí también surge la demanda de un plenario de delegaciones de la CGT. Es absolutamente imprescindible un funcionamiento democrático para que la representación de los trabajadores cuando se reúne con el gobierno sea de la mayoría», concluyó.

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