La grieta, que existe desde 1810, pero que los últimos 4 años de macrismo alcanzó su enésima potencia destructiva ¿Está en vía de extinción o cambió de domicilio?. No pocos sostienen que el «milagro» hay que cargarlo a la cuenta del coronavirus.

El derrumbe del modelo del proyecto de especulación financiera y la inédita retracción de la industria global son autores de este giro de 180° de las economías.
De fronteras adentro, la grieta se fue a vivir al interior del PRO y las direcciones cuestionadas de la Unión Cívica Radical y la Coalición Cívica.
Hoy, Mauricio Macri no puede dar indicaciones ni a su primo Jorge ni a su viejo amigo Horacio Rodríguez Larreta. ¿Por qué? Simplemente porque tienen responsabilidades de gobierno que no pueden eludir. De todos modos, no se debe perder de vista que el sector del privilegio ya piensa y trabaja para recuperar su sitio de poder  el «día después».