El ex secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador, René Ramírez Gallegos, lamentó que el gobierno de Lenín Moreno busca privatizar la educación superior que comenzó a ser gratuita durante la gestión del expresidente Rafael Correa. “Era un tema que no estaba en agenda, nosotros planteamos que era un derecho y no un bien de consumo”, recordó el ex funcionario.

Ramírez Gallegos cuestionó que la decisión busca “desmantelar” las reformas educativas impulsadas durante la gestión de Correa. “Los gobiernos de derecha buscan desmantelar, implicaría un cambio en la matriz productiva, empujada a través del fomento de la educación. Desinvierten para que las oligarquías que no ganaron a la velocidad que lo hacían, vuelvan a tener rentabilidad sin hacer mayor inversión ni dar valor agregado”, explicó.

El ex funcionario ecuatoriano destacó que la universidad era arancelada tras una serie de reformas y que durante la gestión de Correa se avanzó en la gratuidad. “Con excepción de Argentina y Uruguay, las universidades de la región eran aranceladas. Planteamos que es un derecho y no un bien de consumo, tiene que garantizarse la gratuidad hasta el tercer nivel”, detalló Ramírez Gallegos.

“Se está hablando otra vez de arancelar las universidades. Dicen que no es viable mantener la gratuidad. Ese es el mecanismo clásico para decir que tiene que ser privada”, cuestionó el ex secretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de Ecuador hasta 2017, cuando finalizó el mandato de Correa.

LA SITUACIÓN EN AMÉRICA LATINA

“La ciencia siempre tiene un rol político, se suele amparar en discursos con respecto a que la ciencia no es política, puede ser objetiva pero no es neutral. No apostar a la ciencia es tener una postura política, no invertir en ciencia y tecnología e innovación, en educación superior es querer mantener una estructura productiva con los mismos ganadores y perdedores”, remarcó.

El ex funcionario afirmó que “hubo un momento en que muchos gobiernos progresistas intentaron apostar a la ciencia y tecnología como un medio para transformar eso que parece una estructura normal”, y destacó que “se invirtió mucho, hubo crecimiento en la inversión, en América pasó del 0,4 % del PIB al 0,8”.

En este sentido, detalló que “se duplicó el número de investigadores, creció el aporte a la ciencia mundial. Todo esto que sería positivo, dado los cambios de lo que sucede a nivel mundial, no es suficiente”. Sin embargo, lamentó: “No se siguió la línea de gobiernos progresistas en nuevos gobiernos, es grave, porque si se para de golpe, se pierde mucho de la capacidad instalada”.